No cabe duda que la creación manual es muy reconfortante, la concentración en el trabajo minucioso del joyero artesano te lleva a esos estados de fluir “flow», «estados de experiencia óptima”, momentos en los que uno se siente poseído por un profundo sentimiento de gozo creativo, momentos de concentración activa, de absorción en lo que se está haciendo.
Pues de toda la panoplia de objetos de posible creación en la joyería, son las alianza de boda, de antiquísima tradición, objetos de creación muy importantes por todo lo que expresan y conllevan en cuanto a sentimientos, emociones y vivencias de las personas que las encargan y las llevan.
A lo largo de todos estos años como profesional de la joyería, he tenido el placer de hacer muchas alianzas, y como no las de todos mis amigos y algunos conocidos, con lo que supone de compartir emociones y recuerdos con todos ellos, también esa emotividad se comparte con todos los encargos de clientes particulares.
Pasando a la historia de esta antiquísima tradición, la del intercambio de anillos como símbolo de unión y compromiso .Nos tendríamos que remontar a la época faraónica en Egipto, allí ya se regalaban anillos de diferentes materiales desde paja trenzada, cáñamo o hueso, la forma redonda simbolizaba el infinito.
Griegos y romanos continuaron la costumbre, para los romanos cuyos anillos de hierro en un principio, tenían forma de sello con inscripciones o símbolos que determinaban su linaje, tenía también un uso práctico para sellar documentos o marcar pertenencias, se hacían también rematándolo con una llave que se entregaba a la esposa como responsable de las arcas y ajuares.
Son los romanos los responsables de que se lleven en el dedo anular de la mano izquierda por la creencia de que este dedo se comunicaba directamente con el corazón por la vena Amoris, por lo que al colocárselos los novios se unían también sus corazones .Hoy en día se llevan indistintamente en la mano izquierda o derecha.
Posteriormente en la época romana empezaron a fabricarse en oro, pero solo los llevaban las clases
adineradas.
En el cristianismo continúa la tradición, pero las autoridades eclesiásticas los consideraron símbolos paganos en los primeros momentos y no es hasta el siglo IX, por iniciativa del Papa Nicolás I, cuando se institucionaliza el intercambio de anillos en las ceremonias y se cree que es la iglesia la que promueve el uso del oro en su fabricación.
En el Renacimiento, se puso de moda escribir versos de poemas en los anillos de boda. Al principio las inscripciones se hacían en el exterior del anillo, pero con el paso del tiempo se fueron haciendo más personales, y se graban en el interior para mantenerlas en privado. Esto demuestra un cambio, desde el matrimonio por acuerdo entre las familias al matrimonio basado en el amor, con simples anillos en los que se puede leer “ámame y no me dejes” o “Dos cuerpos, un solo corazón”.
Con estos apuntes históricos y ya durante todo el siglo XX afianzada la costumbre en la culturas de distintos credos, las alianzas que se intercambiaban los novios han sido tradicionalmente de forma llamada media caña de diferentes anchos y gruesos y generalmente en oro amarillo, también se ha usado el oro blanco el platino y la plata .
Como norma general las alianzas se graban por el interior con los nombres cruzados en los anillos de los
novios y junto a la fecha del enlace.
Hoy en día la búsqueda de la originalidad, de la distinción, hace que tanto en las formas como en los
grabados, las posibilidades sean infinitas .A esto también han contribuido las modernas técnicas de grabado por láser y en cuanto a las formas el uso del diseño y prototipado en 3D.
Personalmente sigo haciendo alianzas media caña tradicionales, también se hacen mucho en sección plana y en oro blanco, pero como decía esa búsqueda de la distinción me ha hecho hacer alianzas de muy diversas formas, simulando piel de serpiente, escamas, con la cara de un personaje de cómic como Spiderman, de inspiración japonesa con bajo relieve de la flor de cerezo.Todo es posible como veis y ahí nuestra profesionalidad y compromiso para crear la alianza que soñéis.
Os ofrezco mi asesoramiento para que luzcáis esos símbolos de unión y felicidad.
Algunos ejemplos de las múltiples posibilidades: